Teatro / "SUEÑO DE DOS" (Complejo La Plaza)
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★★★★
Dos años después del fallecimiento del emblema referente del teatro nacional Raúl Serrano, "Sueño de Dos" arribó a los escenarios porteños, con estreno el pasado martes 7 de enero, en la sala Picasso del Complejo La Plaza. El talentoso Daniel Casablanca se hizo cargo del proyecto, ocupando el lugar que originariamente ostentaba Serrano, maestro de actuación durante los años '70 de ambos protagonistas de la obra: Ingrid Pelicori y Manuel Callau.
En esta atractiva propuesta de teatro dentro del teatro, voluntades compartidas emparentan a dos artistas trashumantes: una prestigiosa actriz, estrella del Teatro Proletario de Arte, quien sufre –reincidente, repetidamente- por amor y un apuntador torpemente enamorado, especialista en pasar desapercibido, conforman una extraña pareja, aunque con suficientes búsquedas en común. La impensada dupla sabe que para soñar resulta imperioso hacer fuerza de a dos, recreando el imaginario popular: la poesía solo estará lista para ser dicha cuando la palabra pueda verse. Porque la acción corresponde a la palabra y viceversa; tal es el fin último de la representación.
En medio de extensas giras por inhóspitos pueblos o populosas ciudades en dónde se deja fértil huella, el teatro es aquella semilla pronta a germinar ilusiones. Las arcas proletarias se disponen a combatir la dominancia burguesa, en tiempos donde el amor no correspondido es sinónimo capitalista. "Sueño de Dos", escrita por Mariano Saba, se conforma como un auténtico homenaje al ámbito independiente, al circo criollo, al grotesco y al compromiso político. Situada en coordenadas históricas imprecisas, recurre al humor para metaforizar el valor poético y estético de resurgimiento para un arte hecho de convicciones infranqueables.
Evocativa, la pieza visibiliza con notable sensibilidad frustraciones, y postergaciones que resuenan en la búsqueda de la propia identidad, solo para mostrar hasta dónde se puede llegar con unas tablas y una pasión. Espacio de encuentro personal e impostergable redención, sobre el escenario un gesto inscribe el sentido de utópica resistencia. A la hora de jugar a ser otro y adentrarse en el misterio, no hay espacio para el miedo y la duda. Inmensos, Pelicori y Callau consuman instantes de onírica y transformadora magia teatral.