Teatro / "ROJOS GLOBOS ROJOS" (Centro Cultural de la Cooperación)

17.05.2024

★★★

En 2013, Christian Forteza adaptó y dirigió "Potestad", como homenaje en vida al siempre recordado Eduardo 'Tato' Pavlovsky; su fascinación por la obra de este referente de nuestro teatro se prolongaría, años más tarde, con "Cámara Lenta", "La Muerte de Margarite Duras" y "Rojos Globos Rojos". Precisamente, esta última pieza fue estrenada en 2018, y es a la que regresa el también director de "La Tempestad", seis años después, e incluyendo escenas y fragmentos pertenecientes a otros trabajos del mencionado dramaturgo.

En el mundo pavlovskiano ciertas temáticas se repiten, enlazando las preocupaciones existenciales del propio referente del psicodrama. La vejez, la muerte, el suicidio, el sexo, las mujeres y el oficio de actor, se conforman como ejes centrales de una propuesta que se valida como un complejo trabajo de adaptación y multiplicación. En la búsqueda de una renovadora noción de realismo, se mantiene absolutamente vigente, trayendo a nuestra coyuntura actual problemáticas que fomentaron su escritura (siendo por primera vez exhibida en 1994).

Una amenaza sirve como disparador: ante el inminente cierre de un teatro independiente, el mal social generalizado se cierne sobre un sector a menudo frágil y vapuleado por la dirigencia de turno. La noticia irrumpe y desestabiliza a la pequeña compañía, espejándose de modo elocuente con nuestro presente. La próxima clausura, enésima afrenta que sortear, se vislumbra como una triste e insoslayable postal. Es hora de perseguir estrategias de emancipación para confrontar a las hegemonías del poder, en tiempos de reivindicar la importancia de validar las propias creencias, no obstante, se trate de decir siempre lo mismo: el arte no claudicará, en su misión de combate y resistencia.

En 'El Cardenal', el fenomenal Raúl Rizzo encarna miedos e ilusiones en igual medida: un intérprete actúa para no morir, porque no puede hacer otra cosa. Sobre el escenario, hábitat natural, ningún actor quiere quedarse solo y es así como ensaya gestos frente al espejo; pura angustia existencial. El cuerpo es la grandiosa escenografía y el desaforado grito podría parecerse a cierta clase de exorcismo; un magnífico monólogo acerca de la esencia de la condición se convertirá en el instante más poderoso de toda la noche. Por su parte, y en idéntica búsqueda a la anterior puesta, los textos pertenecientes a 'Las Popis' (Gabriela Perera, Marta Igarza) refuerzan con mayor protagonismo el rol actual de la mujer.

En la sala Raúl González Tuñón del Centro Cultural de la Cooperación seremos partícipes de un encuentro teatral en el cual la complicidad con el público (aquello que todo actor celebra) no tardará en romper la cuarta pared. La función recién comienza y algo se mantendrá invariable de principio a fin: las energías del día del estreno son las mismas que en la despedida.