Teatro / “UNA TERAPIA INTEGRAL” (Teatro Metropolitan)

11.07.2024

★★★

Nelson Valente, uno de los talentos indiscutidos de nuestro teatro, capaz de abordar tanto el circuito comercial como el independiente con notable versatilidad, acaba de estrenar "Una Terapia Integral", en el Teatro Metropolitan, adaptando a la escena local el conocido texto de los catalanes Marc Angelet y Cristina Clemente; una pareja de autores que nos resulta sumamente conocida: son los responsables de Laponia", exitosa pieza estrenada en el país dos años atrás.

El autor de obras como "Permitidos", "El Beso", "El Divorcio" y "Jauría", pone esta vez el acento en la necesidad de creer: el experto panadero Toni Roca es el creador de un particular taller de amasado de pan, en donde sus participantes buscan encontrarse consigo mismo y liberarse de las mochilas del pasado. Con producción de Adrián Suar, Mariano Pagani, Sebastián Blutrach y Preludio Producciones, la obra se divide en cuatro escenas a través de las cuales las jornadas transcurren mediante disparadores concretos: mezclar, reposar, hornear y amasar. Traumáticas experiencias de vida serán reveladas, al tiempo que problemáticas de ardua resolución. Es hora de llorar y hacer catarsis: en el caos, tres seres a la deriva buscan el impostergable consejo para la mejor receta, aunque en el más metafórico de los sentidos.

Los eslóganes más apropiados se instalan para dar sentido a un encuentro humano para nada convencional. 'Somos el pan que hacemos', 'El pan somos nosotros', 'Amasá tus sentimientos' y 'El pan, como la vida, no se puede controlar', bajo la noción de modificar radicalmente la existencia de cada uno de ellos. El adusto Toni (Juan Leyrado) conoce el ingrediente necesario y tiene todo bajo control. Para la presente ocasión, tomarán partido tres personalidades que contrastan notoriamente: una cardióloga con su matrimonio en crisis (Carola Reyna), una desocupada y solitaria cantante de coro de iglesia (Paola Krum) y un hombre que ha llevado a la ruina su empresa familiar (Carlos Belloso).

El célebre y mediático cocinero se dispone a compartir los secretos de la perdurabilidad de la masa madre. El grupo aprende rápido, presto a reconocer la propia individualidad, así como el sabor del otro en la propia mordida. Del drama a la comedia, la pieza se fortalece mediante los giros inesperados que se suceden y flaquea cuando abusa de referencias escatológicas. Puertas adentro del curso concebido como sistema de aprendizaje heterodoxo, persisten cuestionables y especuladores intereses: no tardaremos en descubrir su falaz naturaleza. "Una Terapia Integral", impiadosa crítica a los falsos gurúes, pone de manifiesto la urgente necesidad de creer en algo, delegando la responsabilidad sobre la propia salud mental en manos de la persona menos indicada, bajo la promesa de que, si confiamos, el camino solo se abrirá.

Del inicial escepticismo generalizado a la inseguridad respecto a lo que el futuro depare, el amplio espectro de emociones que atraviesa "Una Terapia Integral" asegura risas y reflexiones en símil medida. A lo largo de una hora y media de duración, la obra posibilita espacio de lucimiento para cada uno de sus brillantes cuatro intérpretes, no obstante, por el estilo de situaciones que prevalecen, son las actuaciones de Belloso y Reyna las que salen más favorecidas a la postre, dentro de un cuarteto actoral de absoluto lujo.