Películas / "HOMBRE MUERTO" (Andrés Tambornino y Alejandro Gruz)
★★★
A un pequeño enclave, ubicado entre montañas arriba un forastero ofreciendo a un misterioso hombre el encargo de matar al propietario de la mina. Aislado de un mundo que juega con reglas precisas e implacables, este marginal y rústico hombre de pueblo deberá confrontar sus propios principios morales. La película de Andrés Tambornino y Alejandro Gruz, una de las primeras filmadas en tiempos de pospandemia, fue estrenada con éxito en el último BAFICI. Protagonizada por Osvaldo Laport, Diego Velázquez y Roly Serrano, tenemos aquí un ejercicio de western autóctono que explora las consecuencias directas de un pacto criminal, bajo el siguiente interrogante: ¿cuánto vale un trabajo de esta clase en un lugar donde nadie tiene trabajo? Rodada en paisajes naturales de La Rioja, se encuentra ambientada en los años '80, y en lo inmediato se nos remite a la aridez del clima. Presa de algunos desniveles narrativos, una poética fábula recurre, en varios pasajes de marcada presencia, al tren como elemento de progreso e intrínsecamente ligado a la invención cinematográfica. En otro orden, la presencia de una pulpería, el protagonismo de un cura y un comisario, así como la inclusión de un duelo a cielo abierto cumplen con los códigos de género. Inusual música de jazz se filtra en el relato, en busca de nuevas coloraturas, mientras una bella fotografía retrata lo inhóspito Como marca de estilo, el humor y la parodia prefiguran un devenir de acontecimientos donde el encuentro de dos caracteres opuestos se hará inevitable. Saca mayor partido el siempre magnífico Velázquez, quien se adueña de la pantalla cada vez que aparece en escena, encarnando a un poderoso, cuya muerte puede cambiar el destino de muchas vidas: la cabeza del emperador adquiere pronto un alto precio. Sarcástico y burlón, ciertos tics remiten al personaje por él compuesto para la obra teatral "Escritor Fracasado".