Películas / "EL ÚLTIMO CONJURO" (Hideo Nakata)

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El maestro del terror oriental Hideo Nakata ("El Aro") regresa a los primeros planos del cine mundial con un film de consumición masiva que recurre a las fórmulas más trilladas y pasadas de moda. Aunando componentes sobrenaturales, parapsicológicos y mitológicos, así como recurriendo a los principales guiños del redituable j-horror y una teoría francamente absurda respecto a la regeneración de los cuerpos, "El Último Conjuro" arroja un resultado llamativamente deficiente. Nakata elabora un metódico trabajo de planos en espacios cerrados, a los que suma elementos de iluminación y música incidental acordes a la propuesta, no obstante, el film ofrece serias limitaciones de base. A lo largo de interminable cien minutos, sugiere presencias malignas con efectos especiales –de dudosa calidad- conocidos hasta el hartazgo, funcionales a una parábola de culpa y castigo a pecados de infidelidad llevados al ridículo. Este absurdo abordaje a emociones de despecho almacenadas en la psiquis de espíritus vengativos que buscan perturbar en lugar de sanar, recurrirá a una irrisoria misión presta a deshacer un conjuro que favorece la reproducción de espectros de viviente odio. Se nos explicita que los fantasmas no existen, pero hay algo más aterrador a medio camino del más allá. Obvia y literal, su aleccionadora concepción del miedo y el modo de gestionarlo atrasa años. Por si fuera poco, banaliza la pérdida y el trauma sufrido por un niño menor de edad. Nakata ni se da por enterado ¡Maldición!