Películas / "ALIEN: ROMULUS" (Fede Álvarez)

★★★

Con "Alien: Romulus", el cineasta uruguayo Fede Álvarez retorna a los orígenes de una franquicia que cursa su séptima entrega. En un futuro lejano, se sitúa entre los eventos de la primera y segunda película, en dónde un grupo de jóvenes colonizadores del espacio desafían a un aterrador organismo, capaz de engendrar el fuego de Prometeo, regalo divino de la humanidad. El joven realizador, conocido por la remake del film de culto "Evil Dead" (2013) y por la taquillera saga de violenta acción "No Respires" (2016), se vale aquí de la producción de dos referentes de la franquicia "Alien", como Ridley Scott (director de la primera película, en 1979) y James Cameron (misma labor en su continuación, en 1986), entregándonos un resultado final que no alcanza la altura de lo previamente ofrecido por directores de talla como David Fincher o Jean Pierre Jeunet.

Insertándose en el mapa hollywoodense, Álvarez se apropia del diseño estético y conceptual de una clase de terror espacial que, pese a sus lugares comunes y formalidades, aún sigue fascinando. Y lo hace bebiendo de la inagotable fuente de inspiración que representa una figura como el artista gráfico y escultor H.R. Giger, capaz de gestar un universo de leyenda, habitado por alienígenas animatrónicos, abrazacaras y un gigantesco xenomorfo ávido de poseer cuerpos humanos; el terror a lo desconocido continúa atrayendo a los fans más acérrimos. Vital acompañamiento a lo largo de todo el metraje resulta la banda sonora compuesta por Benjamin Wallfisch, cuya partitura rinde inconfundible homenaje a figuras como Jerry Goldsmith y James Horner, acrecentando la sensación de acecho y peligro constante.

Protagonistas de este claustrofóbico relato, los jovencísimos –y un tanto irregulares- Cailee Spaeny, Isabela Merced y David Jonsson contrastan con una otrora elección de cast en dónde prevalecían estrellas de fuste, como Sigourney Weaver, John Hurt, Wynona Rider, Michael Fassbender y Noomi Rapace. En lo que representa su novena incursión cinematográfica a la fecha, "Alien: Romulus" da a luz a una nueva y siniestra criatura, destacando gracias a un par de secuencias de gran inventiva y tensión (notable mezcla de sonido), no obstante su precipitado final nos insinúa una posible continuación. Sintética y experimental, la presente entrega peca de no explorar lo suficiente la psicología de sus personajes, marca de fábrica del film original.