ENTREVISTA PARA REVISTA OPHELIA (Octubre 2021)

01.11.2021

-Contanos cómo surge "El asombro se parece a una fotografía"

La concepción del título del libro parte de un disparador mientras leía a un teórico de la imagen como John Berger. En una lectura, en el pasado verano, sobre su libro PARA ENTENDER LA FOTOGRAFÍA, resultó sumamente inspirador un pasaje acerca de la obra de Henri Cartier Bresson. Estas mentes prodigiosas fueron el mecanismo de ignición para este catálogo personal. Algo con lo que yo ya fantaseaba, pero no encontraba el cauce. Como un dictado del alma, primero llegó el título. Luego el nombre de cada una de las series temáticas que componen esta recopilación fotográfica. Allí surgió la idea: tenía muy en claro que quería contar mi historia de amor en imágenes con el mundo que me rodea. Dar a conocer mi faceta de fotógrafo autodidacta, siempre dispuesto a capturar instantes que me conmueven en lo cotidiano. De ellos extraigo la magia de todo acto contemplativo. Vivo observando mi mundo alrededor, vivo buscando experimentar con las posibilidades estéticas de una imagen. Infinitamente poderosa, plena de sentido. Resultó un enorme desafío concatenar más de quinientas fotos como base inicial. El proceso de selección fue arduo, atravesó diversas etapas y en pocos meses el catálogo ya había encontrado su itinerario definitivo. Un total de diecisiete series y más de doscientas cincuenta fotos se vertebran a lo largo del libro. Desde la primera ellas, en 2012 hasta hoy, las últimas instantáneas de este 2021. Desde el interior de la provincia de Buenos Aires a La Plata y sus alrededores. Desde mi amada Mar del Plata hasta la costa atlántica entera. Desde el vértigo de Capital Federal a la maravillosa Rosario. También, incluyo dos series que contienen dibujos digitales de mi autoría. La apertura del libro es una cita de Arthur Rimbaud (de JUVENTUD, ILUMINACIONES) que llegó a mí hace poco tiempo; me resultó sumamente apropiada como paradigma del nuevo mundo que estamos viendo nacer ante nuestros ojos. Nuevas formas nacen, crecen y se reproducen. Por eso aquello de la post-iconoclastía a la que me remito en la primera de las series. Toda una declaración de intenciones que sirve como apertura del libro. ¿Qué nos espera después de la ruptura del sentido de una imagen? Es mi apropiación del acto estético subversivo.

-El asombro cobra una dimensión protagónica en el libro, puedo imaginarlo por el titulo (ja!) ¿Que implica el asombro para vos? ¿cuáles son las cosas que más te asombraron como para convertirlas en libro?

Mi mirada jamás reposada captura todo aquello que pueda sensibilizarme. Luego, sobreviene la magia de todo ejercicio creativo. Vivo buscando transformar, sintetizar, comunicar, aquello que me conmueve. Las geometrías y las simetrías, los colores y los contrastes...los reflejos, las sombras proyectadas...las posibilidades estéticas del blanco y negro, la deformación de los objetos...todo forma parte de mi enfoque lúdico sobre estas imágenes, intentado desentrañar el sentido oculto subyacente....de bucear en lo abstracto o lo aparente; me parece fantástico moverme en esos límites poco claros entre la realidad capturada y la tergiversación de la imagen. Las percepciones que engañan, manipulan. Hay una eterna disputa allí, ¿cuánto hay de verdad y cuánto de artificio? Es mi laberinto creativo. Una de mis series la título "Arte de prestidigitador". La fotografía encierra también un gran truco...toda aquella materia de contemplación que muta bajo nuestra propia percepción está hecha de ilusiones. De alguna forma, narro mi manera de ver el mundo. Mi noche americana. Mi espacio privado. Aquel instante capturado. Eso implica el asombro, un gran aliado en nuestro viaje creativo. No dejar de maravillarnos de lo resplandeciente que habita a nuestro alrededor. Aldous Huxley, durante su etapa de experimentación con estados de conciencia ampliados, decía que veía "esmeraldas de otros mundos en las hojas de un árbol cuando el sol las atravesaba". La naturaleza nos regala esos rituales mágicos, solo hay que estar atentos. Mientras el asombro no nos abandone y sigamos conservando esa sensibilidad, esa apertura, esa habilidad, será extremadamente provechoso el fruto obtenido. El asombro va de la mano de la curiosidad, cualidad vital para seguir explorando mundos que nos conmuevan. Rebasando fronteras, indagando inquietudes, preguntándonos los motivos. ¿Por qué esto o aquello es así? Esa avidez y ese inconformismo es el que guía mi actividad artística, en búsqueda de la superación. Los límites son una mera ilusión. Todo lo que me conmueve estéticamente se resignifica bajo mi propio prisma. Es el tamiz por el que se conduce ese flujo. Y elijo darlo al mundo. En muchas ocasiones, a lo largo de mis más de veinte libros editados a la fecha, me tocó hacerlo a través de la palabra escrita. Por primera vez es sólo a través de una imagen y sus múltiples sentidos. Es un gran desafío en mi carrera como artista y comunicador, un gran paso hacia otra dirección, cuyo fin es el mismo, y es otorgar cierta sensibilidad artística. Lo disfruto con la entrega, la pasión, la dedicación y la responsabilidad de siempre. La palabra 'protagonismo' que mencionás...es interesante. Me considero un testigo de toda esa naturaleza mutante que flota a mi alrededor. Podemos reproducir esa huella, ese instante que perdurará en nuestra memoria. Resulta curioso verlo en retrospectiva, a toda velocidad, esas imágenes paganas que nos trajeron de aquí hasta hoy. El paso del tiempo y su relatividad es el aspecto que más intriga me causa, es filosófico el asunto, pero se lleva mis horas. Metafísico...intento hacer caso a algo de aquel recuerdo aparente de aquella foto tomada y traerlo al presente en esta conexión de fragmentos visuales, como partes de un todo que anidan en mi matriz creativa.


-Me da curiosidad el capítulo "Viaje inacabado hacia la totalidad". Es muy "Cosmos" de Carl Sagan (ja!) De qué se trata?

Ja! No había pensado en la referencia al inolvidable Carl. En realidad, el título de la serie me vino a la mente ensayando una metáfora acerca del acto creativo. Si tomamos nuestro cuerpo de obra como un todo en permanente transformación (un microcosmos, un universo íntimo), nos damos cuenta que vivimos persiguiendo esa totalidad inacabada. Inalcanzable. Es un constant concept. Un incesante work in progress. Parte de nuestro perfeccionismo en ejercitar el músculo creativo sin fijarnos una meta de llegada. Buscamos con detallismo y obstinación esa obra acabada, cuando en realidad somos instrumento de un proceso que no sabe de puntos finales. Veo a mi obra como un dínamo de energía en contínuo movimiento. Detrás de estas fotografías hay minutos, horas, días, de obsesiva búsqueda por una tonalidad, por una iluminación, por un contraste. Por eso, creo que el título de la serie resume parte de mi quimera. Más allá de que las series se organicen, en sí, de modo temático, a lo largo y ancho del libro. Hay series en donde el objeto de observación es el inmenso mar o los misteriosos rastros en la arena, en otra se verán añejos árboles o los cielos infinitos, también las extrañas formas que cobran las nubes. Me inspiró profundamente la naturaleza a mi alrededor. Construí, a través de ella, mi propia cosmogonía. Cada foto es una pintura emocional. El propio pulso cronológico y el lugar en donde fueron tomadas las fotografías terminaron de dar forma a este mapa emotivo de casi una década. En "Viaje Inacabado...", particularmente, imagino una escalera al cielo interminable. Hay paisajes que quisiéramos conservar para la eternidad. Son retratos en las alturas. No hay fronteras allí, como en el acto creativo. Hasta donde alcance la vista llegan mis expectativas, diría una de mis canciones favoritas.


-Expectativas, planes, itinerario de presentaciones?

Planes todos los posibles para que esta obra se dé a conocer. Vamos a ver qué posibilidades surgen de difusión para este proyecto. Sería interesante si el catálogo puede llegar a exhibirse en algunas galerías de arte. Me lo tomo con moderada tranquilidad, para mi sorpresa. No implica la ansiedad que me atraviesa en otros proyectos que nos han encontrado, como cuando difundiste tan gentilmente algunos de mis lanzamientos literarios. Al ser la presente una tirada hiper reducida y sin valor comercial, no estoy pensando en la distribución, tampoco se trata de un material inédito. Recalco el sentido de que no tendrá valor comercial porque no estará a la venta. Realizar una mínima tirada para comercializar excedió, por su alto costo, todas mis posibilidades pensando en una distribución a alta escala. Editar un libro de fotografías a color hubiera sido fantástico, pero poco probable de solventar de mi parte. Entendí que el camino era otro, y en lo alternativo encontré otro sentido para que esta obra pudiera fluir con una logística alternativa. Las circunstancias son claramente otras a la de los libros de papel que llevo editados y estoy conforme con la decisión tomada. Es una obra concretada bajo distintas condiciones y sirve para validar mi mirada ante el mundo desde otra faceta a través de la cual concibo el arte y quizás no he dado a conocer lo suficiente. Mis fotografías llevan años publicadas, de forma individual, en mi web personal, pero les faltaba ese sentido de organicidad. Y es tan vital que ahora lo tengan, lo sentía una gran cuenta pendiente. Ese reservorio. Este catálogo pesa en mis manos. Y se siente bien así. Por ello, el desafío de encarar un trabajo recopilatorio del material fotográfico de casi una década y concretar el formato físico como objeto de reserva, de colección, es fundamental. Fue una labor en extremo demandante y me lo tomo con la puntillosidad que la selección requiere. En algún momento, por alguna señal externa a mí, debí decir basta. De lo contrario, la neurosis creativa acaba por consumirme y este itinerario no hubiera visto su punto final jamás. Me apena dejar afuera ciertas obras fotográficas muy bellas y de gran encanto. Pero debí pactarme un límite para el recorte y sé que futuras fotografías vendrán para compendiar un próximo volumen. De momento, por la cantidad reducida de ejemplares (no más de una decena) el libro físico llegará a pocos elegidos. Seguramente, buscaré la forma para que el libro virtual tenga otra proliferación, en galerías de arte y lugares afines. Pienso subirlo a mi página web personal y realizar muestras online en el canal de mi medio digital. No cierro ninguna puerta, quizás estos pocos ejemplares algún día hagan el milagro y logren multiplicarse. Me encantaría que lleguen a las librerías algún día. De momento, invito a tus lectores a ser parte del asombro.