Discos / "FLOR ABIERTA" (Diego Presa)
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A lo largo de los últimos veinte años su voz ha dejado sentir cada vez más y más en Argentina y el resto de Latinoamérica. Miembro del trío El Astillero, integrante de la notable banda Buceo Invisible y dueño de una sólida carrera solista, todo proyecto que emprenda el uruguayo Diego Presa es garantía de inobjetable calidad musical. De impostergable novedad, llega a nosotros "Flor Abierta", su nuevo disco, el sexto de su trayectoria en solitario, dos años después de "Visitante" (EP, 2022), y, en esta ocasión, solo en formato digital.
En labor multi instrumentista (guitarra acústica y eléctrica, teclados, melódica, mandolina, voz, y coros), Presa comanda los rumbos conceptuales de un trabajo que exhibe la fértil naturaleza creativa del cantautor. Grabado en Estudio Bicho Eléctrico, masterizado por Mauro Taranto en la Cocina de Beti y editado por Bizarro, como es costumbre, el talentoso artista argentino -radicado en Uruguay- Sebastián Santana se hace cargo de un arte visual que siembra algunas de las pistas que la escucha completará.
El bello trabajo realizado nos permite disfrutar de un cuidado tratamiento sobre imágenes de papel antiguo, cuya paleta de colores otorga indudable identidad estética. Abocado al rescate de imágenes, Santana recurre al archivo real: lo visto, gustado y conservado en su biblioteca. Una vez más, la sinergia con el músico es absoluta; en busca de representaciones que traduzcan las fuerzas del sonido y la poética inherente del álbum, un manual de anatomía del 1870 ilustra al primero de los sencillos lanzados, mientras que una imagen perteneciente a una publicidad de un diario ilustrado inglés del siglo XIX sirve de potente alegoría para la portada.
"Ruta 13" abre el tracklist, trayendo consigo, en impronta acústica, postales y huellas del camino: la luz que viaja ya se animó y nos invita a seguirla. "Los Vivos y los Muertos", primer single conocido y de gran riqueza instrumental, muestra el rostro más maduro de un poeta que brinda solo, pero rodeado de amigos. "Futuro", segundo y último adelanto, posee la cualidad de encontrar en lo duro la inmediata belleza. Una efectiva fórmula rockera y pegadiza, dispuesta a traspasar la pared de ese mundo que se blindó. En "Narciso", Diego interpreta una melodía en mandolina, al tiempo que reversiona la conocida mitología, indudable sello de autoría que nos retrotrae a anteriores composiciones como "Dafne" ("Visitante") o "Minotauro" ("El Revés de la Sombra", 2021, perteneciente a uno de dos trabajos editados junto a la actriz y cantante Julieta Díaz, con quien conforma un exitoso dúo creativo).
"El Mundo es una Canción", logradísima gema repleta de texturas sonoras, muestra la faceta más inspirada de una poesía que florece receptiva y esplendorosa, sabiendo rescatar pocas cosas, pero esenciales: tan suya y nuestras, las espinas y las rosas. Promediando el disco, y con grandes chances de convertirse en una de las favoritas, la sensible "Lola" enumera reflexiones, con serena sabiduría y espiritual profundidad. Revelando señales luminosas y guardando el misterio de ciclos sagrados, camino a la finitud del sentido, acaso más allá de lo dicho. En "Ánima", las guitarras marcan el tempo que describe escenas con intriga y gran poder visual. En el pecho duerme la inspiración, y la habitual aptitud de narrador es otra característica de Presa que aquí vemos presente.
La canción respira en "Secreto", bajo la intención de enumerar todo lo que solemos guardar y esconder: penas, tesoros, dolores; todo sin excepción. Más elaborados arreglos acolchonan ingeniosos versos en "El Entrevero", paisaje secreto de libertad en dónde desatarse. Diego reafirma sus dotes de gran cantante, antes de renacer en el fuego. Penúltima estación, "Rosa Deforme" vislumbra el plano roto de una ciudad, sobre la cual podríamos abrazar el ocaso o el amanecer. En "Lirio Federal", impecable cierre, el poeta devela íntimas emociones: 'tus palabras, el perfume federal, invisible tu bandera, bailará…'.
La primera pasada terminó, ¡el loop recién comienza!